Al menos 31 personas han muerto en los incendios que afectan desde el domingo al centro y norte de Portugal, según el último recuento actualizado y aún provisional de la tragedia.
La portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil, Patrícia Gaspar, informó en rueda de prensa de que el fuego ha provocado además 51 heridos, quince de ellos graves.
Asimismo, admitió que las cifras no son definitivas porque no se dispone aún de toda la información ya que hay lugares a los que todavía no tienen acceso.
Las víctimas mortales fueron halladas en los distritos de Coimbra, Guarda, Castelo Branco y Viseu, todos en el centro del país, donde se concentraron, junto con el norte, la mayoría de los más de 500 fuegos desatados este domingo.
Según Gaspar, el número de incendios que continúan activos, asciende a 145 en todo el país.
Más de 4.127 bomberos combaten a esta hora las llamas apoyados por 1.289 vehículos terrestres y más de 200 militares, que se esfuerzan en proteger varias aldeas aún en riesgo.
Esta nueva oleada de incendios llega tan solo cuatro meses después de la tragedia que afectó al término municipal de Pedrógão Grande (en el centro del país), donde el fuego provocó la muerte de 64 personas y más de 250 resultaron heridas.
La situación más complicada se vive en el municipio de Lousã, en el distrito de Coimbra, aunque también preocupa la evolución de las llamas en las localidades de Alcobaça, en el distrito de Leiria, y Vale de Cambra, en Aveiro.
Los incendios también alcanzaron Galicia en España cobrándose la vida de al menos tres personas hasta el momento, una situación calificada como "crítica", en un momento en que por las costas avanza el huracán Ophelia.
El director del gobierno de Galicia, Alberto Núñez Feijóo dijo que "la situación es crítica" y hay zonas urbanas que están amenazadas.
Cinco incendios amenazaban al puerto de Vigo, forzando la evacuación de un centro comercial y de una fábrica de PSA Peugeot situada en las afueras.
En la ciudad de unos 300.000 habitantes se abrieron dos centros deportivos y se alquilaron habitaciones de hoteles para alojar a los desplazados.
El huracán Ophelia, el mayor registrado hasta ahora tan al este sobre el Atlántico, es el primero desde 1939 que avanza tan al norte.